Llueve... bueno, por ahora más bien llovizna.
Se escucha el rumor del viento a través de las ventanas, en su batir sobre los cristales, haciendo giros en las plantas. Se escuchan las gotitas caer poco a poco sobre las hojas, y la melodía suave que crean en su caída. El cielo está gris, de un gris plomizo que más que intuir, alerta, sobre la inminente tormenta. Fuera el viento azota los cuerpos y su gélido aliento estremece cada poro de mi piel. Pero aqui dentro se está tan bien.
Cierro los ojos y me dejo llenar por los sonidos. Con los de la naturaleza se mezclan también los sonidos de los vecinos que van saliendo de sus casas. Puertas que se cierran, pasos en las escaleras... y de nuevo el sonido del viento, y la melodía que entonan las gotas que van cayendo a un ritmo desigual, pero perfecto. Se escuchan voces. Un coche que frena bruscamente en el cruce. Y de repente, como si estuviera esperando mi atención, el sonido de unas aves, tan cercano como si estuvieran cantando para mí. Abrí los ojos muy despacio y allí las ví. Dos preciosas criaturas volando y revoloteando frente a mi ventana, cantando ajenas a mi mirada.
Sonrío.
Respiro profundo y llega a mi el aroma de la lluvia.
Pienso en tí, y en que nada hay más hermoso que regalarte este momento, como lo estoy disfrutando.
Te lo regalo.
Te lo regalo con todo este cúmulo de sensaciones.
Asoma tu cara a la ventana ¿lo sientes? no es lluvia, son todos los besitos, mimos y caricias que hoy envío para ti.
Se escucha el rumor del viento a través de las ventanas, en su batir sobre los cristales, haciendo giros en las plantas. Se escuchan las gotitas caer poco a poco sobre las hojas, y la melodía suave que crean en su caída. El cielo está gris, de un gris plomizo que más que intuir, alerta, sobre la inminente tormenta. Fuera el viento azota los cuerpos y su gélido aliento estremece cada poro de mi piel. Pero aqui dentro se está tan bien.
Cierro los ojos y me dejo llenar por los sonidos. Con los de la naturaleza se mezclan también los sonidos de los vecinos que van saliendo de sus casas. Puertas que se cierran, pasos en las escaleras... y de nuevo el sonido del viento, y la melodía que entonan las gotas que van cayendo a un ritmo desigual, pero perfecto. Se escuchan voces. Un coche que frena bruscamente en el cruce. Y de repente, como si estuviera esperando mi atención, el sonido de unas aves, tan cercano como si estuvieran cantando para mí. Abrí los ojos muy despacio y allí las ví. Dos preciosas criaturas volando y revoloteando frente a mi ventana, cantando ajenas a mi mirada.
Sonrío.
Respiro profundo y llega a mi el aroma de la lluvia.
Pienso en tí, y en que nada hay más hermoso que regalarte este momento, como lo estoy disfrutando.
Te lo regalo.
Te lo regalo con todo este cúmulo de sensaciones.
Asoma tu cara a la ventana ¿lo sientes? no es lluvia, son todos los besitos, mimos y caricias que hoy envío para ti.
Besos, mimos y caricias
tumejoramig@
tumejoramig@
