30 septiembre 2008

UN NEGRO GRANDE Y FUERTE...


Un jueves, 5 de la tarde, reunidas en la pastelería Danubio, mi hermana, sus dos amigas, Roxana y Ana Carmen, y yo.


Años sin vernos, cotilleos varios, novios, exnovios, maridos, exmaridos, trabajos, y todo eso de lo que solemos hablar y no hablar las mujeres cuando nos encontramos después de tanto tiempo.


Mi hermana me pregunta, después de que llevábamos una hora y picote hablando: "¿Qué quieres?" Y tan tranquila le digo “UN NEGRO GRANDE Y FUERTE”.... (alboroto en la mesa, risas varias que comienzan tímidas y se vuelven carcajadas.....) Mi hermana insiste (intentando no reirse): "No chama, para tomar... " y repito “UN NEGRO GRANDE Y FUERTE” pero esta vez más alto, por si no me había entendido.... las carcajadas a mi alrededor ya eran casi llanto... Mary repite (ésta vez muy seria y con cara de vergüenza ajena): "Ana, te estoy hablando del café!", y le repetí, "justamente quiero un café negro en taza grande y que esté fuerte de café.".. “ni de broma” fue la respuesta de mi hermana “Asco, noooo, eso lo pides tu solita”... Ahí fue cuando me dí cuenta de lo que decía, y lógicamente me contagié con las risas y casi me quedo muda.

-¿Cómo pido ese café aquí?...

-“pide un guayoyo”,

-Noooo, eso es café aguado, yo lo quiero cargado!...

-píde un “negro largo”... (más risas...)

-¿acaso no suena igual?...


Finalmente fui yo a pedir mi café....

-¿cómo quiere el café señora?

-”quiero un negro grande y fuerte” (creo que me faltó decir “como tu” para que la sonrisa se volviera carcajada tambien dentro del local)... pero con delicadeza y esmero me preparó un humeante, oloroso, calentito y delicioso negro grande y fuerte, con espumita y todo...

-“perfecto” dije mirando el café y sonriendo al camarero...

La cara del camarero era un poema pero se sonrió cuando me vió disfrutando de la pinta que tenía mi café (a saber después las risas que tendría con la anécdota)...

Y la cara de mi hermana, más poema todavía, rojísima por la vergüenza!



Pocos días después en una comida con un amigo alto, rubísimo y de ojos claros, al llegar la hora del café... el camarero pregunta si vamos a tomar café, mi amigo le dice que para él un guayoyo.... ¿y usted que “desea”?., me pregunta.. respiré hondo y dije, “a ver como lo digo sin que suene mal”... yo lo deseo “negro grande y fuerte”..... el camarero se dirije a mi amigo y , como si lo conociera de toda la vida, le dice: “te jodiste amigo!”... Ups! quedamos paralizados con su arranque de espontaneidad y luego no podíamos parar de reir. La verdad es que en Venezuela sigue el buen humor a la orden del día.


El día antes de regresar a España, después de comer con mi primo y su familia, me pregunta mi primo ¿vas a tomar café? y le digo, si, quiero un café negro en taza grande y cargado (por lo menos no sonaba tan mal, me decía yo a mi misma) y le dice mi primo al camarero "por favor, un expresso doble!"... jejeje... casi me muero, con lo fácil que era pedirlo, y yo vengo y me entero un día antes de mi regreso...


Lo que son las cosas del idioma!!!


Menos mal que aquí puedo tomar un café solo, largo de café, sin que suene a delirio!!!! :)