18 enero 2007

LAS OPORTUNIDADES PASAN SOLO UNA VEZ...

HACE POCOS DÍAS LE VI…

Era sobre las 10 de la mañana. Yo estaba lavando el coche en estas máquinas de manguera a presión y él acababa de repostar. No ha cambiado de coche en estos 3 años. No ha cambiado de corte de pelo. Ni ha cambiado esa sonrisa espontánea que ilumina su cara aunque vaya sólo, conduciendo, y escuchando las noticias o la música. Le ví y me quedé atontada, las piernas me temblaban y el pulso me traicionó todo el día. Me recriminé por no acercarme, por no parar la manguera y salir corriendo a saludarle, y al mismo tiempo recordé que él no quiere saber nada de mí. Que me borró del mapa, de su vida, de su presente y mucho más de su futuro. Durante dos años y medio, intenté tratar de ponerme en contacto con él, saber que era de su vida. Iba sabiendo porque se presentó a unas oposiciones y saber que iba a los exámenes y que sacaba buenas notas, indicaba que estaba muy bien, como siempre, muy estable y centrado en lo suyo.

No se puede cambiar el pasado. Tuve la oportunidad de ser la mujer más feliz del mundo a su lado, y lo estropeé con mis miedos, con mis dudas, con mi “no creerme” lo que estaba sucediendo. Yo lo único que era capaz de repetir era “ si en vez de ahora aparecieras en cinco años, todo sería más fácil”. Un hombre inmensamente guapo, tres años mayor que yo, dos carreras universitarias, funcionario público, con un hijo dos años menor que el mío, del que tenía la custodia, un amor inmenso hacia mí, con los mismos gustos y aficiones, una familia ideal, lo que los dos soñábamos, y lo que los dos necesitábamos, el complemento perfecto. Y conseguí hartarlo, aburrirlo con mis miedos, con mis dudas, con mis celos, hasta mandarlo a la mierda, me miró, sonrió tan dulce como siempre, me besó y me dijo, tengo 40 años, no me queda mucho tiempo para perder, y se fue, para siempre.

Verlo de nuevo revivió tantos momentos. Nuestras excursiones infinitas, las salidas a comer, luego a bailar hasta la madrugada, pasear por mil sitios, hacer planes, proyectos juntos, saber que teníamos dos hijos, que se llevaban estupendamente, que aceptaban nuestra relación, que son dos soles enormes llenos de cariño, y que hasta se parecían más que muchos hermanos.

No, no voy a volver a llamarlo, ni a buscarlo. Ya lo hice y no volvió, ni siquiera contestó. Pero eso no impide que me haya gustado verlo.

Me gustó verlo sonriente y feliz.

No tiene sentido acercarse ahora, más de lo que ya me acerqué durante tanto tiempo, pretendiendo hablarlo y arreglarlo. Pero si fuese así entonces no habría conocido a nadie más, ni estaría aquí con vosotros…. O si?...

Ahora que me doy cuenta… yo pido un novio ya….y no me dí cuenta que hace 3 años decreté que “si apareciera en 5 años, sería perfecto”… así que me quedan 2 por esperar a mi hombre perfecto…. Bueno, ya que me quedan 2 añitos aun de libertad, lo mejor será disfrutar de mi soltería, no? :)
Pero me gustó verlo...........