19 enero 2010

¡Que Maravilla!








Por primera vez, en mucho tiempo, le ví.



Ahí estaba, al fin.

Tímidamente se asomaba, mientras su presencia me dejaba sin aliento.

No se puede tener mayor fortuna.

Le extrañaba tanto... y al fin estaba ahí.

Estaba ahí... por poco tiempo... pero llegó y lo llenaba todo con su brillo.

Estacioné y me bajé del coche, no importaba el frío, ni el rocío... no había prisa.

Sólo existía ese momento, plenamente mío.

No sé lo que habrá pensado la gente que pasaba y me veía ahí, extasiada, hechizada, y la verdad, en ese momento, no me importaba.

Al fin, por primera vez en mucho tiempo, el Sol asomaba tímidamente por entre las nubes, radiante, llenándolo todo con su brillo...

¡Cuanto le echaba de menos!

Me sorprendo a mi misma cada vez que estas cosas me maravillan e ilusionan tanto.

No sé el tiempo que estuve allí observándolo.

No había lugar para nada más, era un momento sólo para mí.






Besos, mimos y caricias

Tumejoramig@