23 marzo 2007

HAY QUE ENCENDERLO PARA ARRANCAR



Eso es evidente, pero he descubierto que no quiero arrancar el motor de mi vida, ni asumir las consecuencias.

Ella me pregunta ¿Que tal esta semana?

Yo le contesto "INTENSA" (Si le digo "mal", me dice "cojonudo", si le digo "cojonudo", me dice "a ver donde la cagaste", hoy quise ser más lista y le dije "intensa"..... ja!)

¿Qué es intensa?.... con Vero no pego una... Pero, claro, por eso sigue siendo mi psicoterapeuta.

Pues eso, que creo que hago mil cosas para avanzar, pienso que avanzo y termino concluyendo que estoy agotándome no sólo mentalmente, que ya es bastante, sino físicamente, dando vueltas y más vueltas en mi propio eje, sin dar ni un sólo paso en ninguna dirección. Y estoy tan cansada, como si me molieran a palos, que en verdad pareciera que hago un esfuerzo enorme, pero por retenerme y así no avanzar.

Tengo en casa un motivo más que importante para darle al encendido y arrancar el motor, ya que no lo quiero hacer por mí. Lo sé. Sería una tonta si no lo reconociera. Solo basta ver su sonrisa en la foto para saber que sólo él lo vale todo. Pero es que tengo que hacerlo por mí, querer hacerlo por mí, y ahí está el meollo, como conseguir eso? Que sea por mí y no por mi hijo que ese motor arranque.

La respuesta está en mí, pero no me encuentro.

Voy a tener que salir a buscarme..... otra vez.

Si, el de la foto es mi gran tesoro.