Cuantas horas maravillosas, cuantos días sin fin
lo hermoso de tu recuerdo es lo que me hace feliz
y es que, aunque no estés conmigo, tu siempre estarás aquí
el calor de tu presencia, jamás se apartará de mi.
Tu sonrisa, como espuma, siempre invita a sonreir
junto a ti pronto se aprende lo bonito que es vivir
y si tu mirada se empaña, si tu sonrisa se acaba
encontrarás siempre en mí lo que buscabas
Porque no sólo eres compañero de amanecer y esperanzas
eres también lluvia mansa, alivio del que descansa
eres luz en las tinieblas, que abres nuevos caminos
y tus brazos son refugio de mis sueños más escondidos
Tus palabras son aliento, de aquello que vi perdido
pero mi gran amigo, tu eres mucho más que eso
eres Sol y Luna al mismo tiempo
pues donde voy, siempre te encuentro
Si alguna vez te perdiera, mi vida sería ciega
pues tu mirada sólo tiene las cosas más bellas
pero si al fin te das cuenta que nuestro rumbo es el mismo
juro que estaré contigo hasta el final del camino
Pues donde voy, siempre te encuentro...
Recuperada del rincón de los recuerdos...
el amigo a quien se la escribí le puso música
y lleva 20 años cantándola
La última vez que la escuché fue por teléfono
en una llamada internacional desde Alemania
hace poco más de un mes.
Esta semana me hizo prometerle que volvería a escribir
y que le mandaría las letras, para ponerles música de nuevo,
como hace 20 años... y lo haré.
Pues donde voy, siempre le encuentro
Besos, mimos y caricias
