07 marzo 2007

UNA LLAMADA



Ayer, intentando hablar con toda la calma posible y explicándole todas las razones que tiene para aceptar el embarazo de la chica, de jugar un poco con las palabras para quitarle hierro, y de verle sonreir en su presión (aun nadie de su familia lo sabe), conseguí que me dijera quien era.... y justo lo que pensaba, conozco a la madre, conozco a toda la familia, y no hay nada que hacer. Hablando un día con ella me dijo que imaginara que era una inseminación artificial. Ahora entiendo porque. Ella no ha venido que la asesore. Y él va a comunicarlo en su familia, en cuyo caso, si acepta mi oferta de solicitar él la paternidad (los padres adoran a la "inseminada"), lo remitiré a mi compañero, y si ella viene, se lo remitiré a otro. Aquí no hay solución sin contienda. Pero esa llamada de él es la señal que espero para salir de esta fiesta, es decir mandárselo a mi compañero. En unos pocos meses estaré poniendo la foto del bautizo. Tengo que, quiero, aprender a desvincularme del trabajo. Mientras tanto de roca nada, una eterna montaña rusa en mi cabeza.